En momentos de incertidumbre económica como la que vivimos y con la globalización presente desde hace años, irremediablemente la destrucción del comercio local e incluso de muchas de las firmas productoras nacionales es algo que está ahí y es algo que no beneficia a ninguno de nosotros, al conjunto de la sociedad española y sobre todo no beneficia al futuro de nuestras hijas e hijos.
Por esto me gustaría poner sobre la mesa algunas de las ventajas de comprar productos hechos en España y que tras esta lectura cada uno reflexione y decida hacer lo más conveniente.
Las empresas españolas tienen un estándar de calidad muy superior a cualquier otro producto de origen por ejemplo asiático, pero los mismos españoles las desprestigiamos en pos de productos más baratos y de un solo uso. Nos quejamos de que las cosas duran poco y son de baja calidad, pero muchas veces olvidamos cuanto hemos pagado por ellas y dónde y cómo han sido producidas. La cultura del «made in China» y el poco proteccionismo de los productos locales y nacionales nos ha hecho perder competitividad y sobretodo puestos de trabajo en nuestro país.
Cortinas made in Spain
¿Por qué dar la espalda a nuestra industria y dejar sin sustento a miles de familias? Tened en cuenta que ahora son unos euros que os ahorraréis en juguetes, textiles o zapatos, pero que en unos años podrían ser las empresas donde trabajan vuestros familiares, amigos o incluso vosotros mismos.
Hay que ser coherente a la hora de comprar.
Deberíamos actuar con conciencia como hacen por ejemplo los franceses, los ingleses o los americanos respecto a sus productos.
Protegiendo y consumiendo nuestros productos «made in Spain» estamos asegurando puestos de trabajo en nuestro país, un ahorro energético por ser productos de proximidad y sobretodo un control de calidad superior al de productos importados.
Sería ideal que cuando efectuamos nuestras compras cotidianas dediquemos un minuto en ver de dónde vienen los productos que estamos comprando y escoger en consonancia al origen de producción.
Es verdad que en ocasiones es casi imposible comprar productos «made in Spain», pero si sólo el 50% de nuestros hábitos cotidianos contemplaran comprar productos hechos aquí, quizás la economía de nuestro país reflotaría creando puestos de trabajo. Pero ojo, hay marcas españolas de toda la vida que han exportado sus modelos de producción a otros países, destruyendo también empleo aquí en España, eso no vale.
Al fin y al cabo estamos hablando de nuestra casa. ¿No vale la pena gastarse algo más en productos nacionales?
Si los españoles creemos y consumimos más productos nacionales acabaremos sentando las bases de una recuperación económica nacional.
¿POR QUÉ COMPRAR PRODUCTOS HECHOS EN ESPAÑA ?
Si aumentamos la compra de productos fabricados en España:
1.Una parte importante de nuestro dinero se queda en nuestro país. Los impuestos que recauda Hacienda acaban repercutiendo en la sociedad a modo de instalaciones públicas, seguridad, ayudas sociales, seguridad social, educación y mucho más.
2. Estarás adquiriendo productos de calidad y con un servicio postventa. Una de las principales razones del bajo precio de muchos productos de importación se encuentra precisamente en su calidad, que resulta deficitaria. Por lo general los productos diseñados y fabricados en países del sudeste asiático, países africanos, etc, no se exponen a las mismas pruebas de calidad que los productos aquí creados.
3.Colaboramos en la creación de empleo en España. Cierto es que si España se enfoca en producir aquí y exportar productos con un alto valor añadido para competir con productos de baja calidad, el PIB podría incrementarse. España cuenta con una elevada tasa de paro y si sumamos a esto que estamos en un país poco emprendedor, nos encontramos con que no habrá un tejido industrial capaz de generar el empleo necesario. Esto podría cambiarse.
4. Favoreceremos el emprendimiento de calidad.
No todo son fábricas, hay pequeños negocios o tiendas, distribuidores, etc que tristemente están en extinción. No hay más que ver la cantidad de locales vacíos. Si colaboramos en que el comercio y la industria nacional se vea afectada nos encontraremos con que gran parte de los emprendedores no tendrán por donde plantear negocios, pues no habrá un tejido industrial y comercial por el que apostar si el mercado se ve invadido de productos de bajo coste con los que no se puede competir.
5. Condiciones Laborales básicas para los trabajadores. Fabricando en España tendremos la certeza de que los empleados han sido retribuidos en base a los convenios sectoriales, que cuentan con derechos laborales y con asistencia sanitaria.
6. Condiciones fitosanitarias. En España tenemos una gran industria primaria y en cambio cada vez se ven más productos en los supermercados originarios de Perú, Costa Rica, Brasil, etc. Aquí el problema es el de siempre, que cuesta más producir en España que en estos países, ¿verdad?. Normal, pues en estos países los controles sanitarios son inferiores (tengamos en cuenta que hablamos de comida) y el producto en cuestión suele ser muy inferior a raíz de haber tenido que ser congelado para poder conservarse. Y mientras tanto los campos españoles se van abandonando.
¿QUÉ OCURRE SI BASAS TUS COMPRAS EN PRODUCTOS FABRICADOS FUERA DE NUESTRAS FRONTERAS?
-Una parte importante de nuestro dinero se va fuera.
-Colaboramos en la destrucción de empleo en nuestro país.
-Promovemos en muchos casos las «relaciones laborales» en condiciones pésimas (la mayoría de productos de importación están fabricados en países asiáticos, africanos o latinoamericanos donde la legislación y la falta de control gubernamental permite casi todo en materia de condiciones de trabajo).
-Promovemos la contaminación y la degradación del medio ambiente, ya que la legislación de los países subdesarrollados apenas establecen control. Además de la contaminación medioambiental que supone el transporte y la logística de un producto que viene desde varios miles de kilómetros.
CONCLUSIÓN
No confundamos esto con un nacionalismo económico, hay que estar a favor del comercio internacional, pero esa competencia debería ser leal y en igualdad de condiciones para todos los países, empresas y trabajadores. Y esto no pasa.
Al final, las ventajas del libre comercio hacen que podamos tener en nuestro salón unas sillas italianas que nos encantan, llevar una cazadora british que nos sienta de maravilla, conducir una motocicleta americana exclusiva o usar un móvil chino de última generación. Esto es algo genial sin duda alguna. Pero si una vez adquiridos algunos productos extranjeros nos propusiéramos a equilibrar la balanza de nuestras compras ganaríamos todos porque en España se fabrican zapatos y ropa, sofás, colchones, muebles, coches, motos, etc, etc .
Si por ejemplo, has de renovar los neumáticos de tu coche, ¿si supieras que dos de las grandes firmas fabrican en nuestro país, quizá esto haga que te decantes por una de ellas? Con eso estarías aportando.
Si hablamos de alimentación creo que aún podría ser más fácil la contribución de cada uno. Un solo ejemplo con frutas. Si te gusta la papaya, lógicamente compra la que encuentres; pero si quieres comprar unos plátanos, no cuesta nada fijarte en si los que compres sean esos tan ricos procedentes de Canarias. Otro gesto que no cuesta.
Además si lo pensamos podríamos ir más allá intentando echar una mano al comercio local. Parece que a veces se nos olvida pero existen ferreterías, papelerías, mercerías, tiendas de pintura, tiendas de electricidad,….. Muchísimos vecinos del barrio , amigos, etc, cuando necesitan un metro, un cuaderno, aguja e hilo, pintura en spray o una bombilla, se dirigen inexplicablemente siempre al bazar oriental a pesar de la calidad que algunas veces ofrecen. Desde luego esta gente tiene todo el derecho a tener el negocio que quiera y tú de comprar donde quieras, pero es que parece que nosotros los españoles no conocemos la existencia de los establecimientos especializados de siempre.
Cuando escuchamos en las noticias a los gobernantes hablar de economía siempre se refieren a macroeconomías muy alejadas para nosotros. Ninguno termina de acercarse al ciudadano con medidas concretas para los de a pie.
Como decíamos al principio, esta idea es algo que si se generalizara, con un pequeño esfuerzo de cada uno, se lograría mucho. Usa tu libertad y haz lo que creas conveniente pero por favor, piensa y decide tú porque nadie va a hacer nada por nosotros si no somos nosotros los que queremos dar pasos.
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